La diabetes y el alcohol


Las celebraciones, cumpleaños, reuniones o fiestas siempre son buenos momentos para tomar una cerveza o una copa. Cuando se convive con la diabetes desde pequeño es más fácil controlar las ganas, pero cuando llega de repente a mediana edad, la cosa se complica. Sin embargo y con moderación siempre se puede brindar con una bebida alcohólica.

 La causa por la que debemos tener especial cuidado es nuestro hígado. Éste, cuando nuestro nivel de azúcar en sangre es bajo produce glucosa de forma natural, con lo que así mantiene el equilibrio. Sin embargo, con la ingesta de alcohol esta actividad se retarda por lo que se puede producir una hipoglucemia (bajada de azúcar) grave.

Hay que tener en cuenta que el alcohol tiene un doble efecto, primero sube el azúcar provocando una hiperglucemia, para después bajar rápidamente, provocando en caso de exceso una hipoglucemia grave. Es muy importante mantener el control de lo que bebemos y cuidarse. Además de tener en cuenta que la cerveza a parte de alcohol contiene  también hidratos de carbono.

En mi caso, mido en azúcar a las dos horas de tomar una copa y si tengo la glucemia alta me la bajo hasta 200, es decir, si tengo 250 me pincho las unidades necesarias para quedarme en 200, ya que el resto me lo bajará el efecto rebote del alcohol. En el caso de estar en 100, 80 o 120 tomo algunos frutos secos para no sufrir una bajada.

Por su parte, también hay que controlar los aspectos personales, por ejemplo, si somos deportistas es más probable sufrir una hipoglucemia, si vamos a bailar durante la noche también, si vamos a estar en una terraza sentados mientras se bebe es más  probable el efecto rebote y así con todos los posibles casos. Por ello, habrá que analizar las circunstancias antes de pincharse la insulina o comer algo.

Además, aunque con cuidado no pasa nada, el alcohol también puede tener otras consecuencias como provocar cetosis o acetona o aumentar el colesterol y el peso. Por ello, algunas de las recomendaciones a tener en cuenta son:

–          No tomar por costumbre la ingesta de bebidas alcohólicas

–          Si se toman bebidas alcohólicas azucaradas, como el ron, es mejor combinarlas con bebidas light y a lo largo de la noche ir comiendo frutos secos, como almendras o cacahuetes, que al ser de absorción lenta mantendrán el nivel de glucosa

–          Aumentar los controles durante la noche y antes de dormir, controlar el azúcar tomando en caso de nivel normal de azúcar (80 -120) un alimento de absorción lenta, como un vaso de leche, una manzana, etc.

–          Consultar al médico en caso de duda

Estas son algunas de las recomendaciones y consejos más importantes a tener en cuenta. No obstante, en caso de de cualquier duda es mejor consultar al médico. Recuerda: la diabetes no prohíbe beber bebidas alcohólicas bajo control.

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