El primer día es aquel en el que te comunican que eres diabético. Normalmente, la noticia te la dan en un hospital o centro de salud, al que acudes por síntomas como polidípsia (mucha sed), poliuria (mucho pis), dolor de barriga o de cabeza o una pérdida de peso significativa. Aunque algunas veces, en los peores casos por un coma diabético. Es en ese momento, cuando te das cuenta de que tu páncreas ha dejado de funcionar o que tu páncreas se ha hecho autoinmune y te anuncian que eres insulino-dependiente.
La diabetes es una enfermedad que no tiene cura y que requiere de un rapidísmo aprendizaje, ya sea por parte del enfermo, cuando tiene edad para valerse por si mismo o por parte de los padres cuando el afectado es muy pequeño. Mucha gente dice que la diabetes supone un «CAMBIO RADICAL» que ya «NADA VUELVE A SER LO MISMO». Yo no estoy de acuerdo con ello. A mi me diagnosticaron la diabetes con 7 años, ahora tengo 20 y en estos trece años considero que he llevado una vida más normal, sana y divertida que mucha gente que no padece la enfermedad o ninguna otra.
Mi familia, en especial mi madre, fueron los más afectados, pero lo trataron con la mayor normalidad posible. Al principio, era mi madre la que me controlaba y me pinchaba la insulina, pero pronto con 9 años era yo la que me encargaba de mi azucar. En primer lugar, lo más importante es controlarse el nivel de glucosa en sangre, mediante un glucometro que te facilitará tu médico. Lo recomendable es medirse antes de cada comida y a las dos horas de la misma. De este modo, los niveles perfectos ( de una persona que no padezca la diabetes) son entre 70 y 120. Sin embargo y teniendo en cuenta que no tenemos mucha precisión, podremos permitirnos unos parámetros entre 80 y 135. Si nos mantenemos entre esos valores seremos ‘el diabético estrella’, pero hay que tener presente que habrá días en los que estemos en 200 o 300 e incluso días en los que nos será imposible controlarnos y no sabremos que hemos hecho para estar así. ¡Es normal! no hacer deporte o hacer más de la cuenta, enfadarnos, un resfriado, llorar, etc. afectan a nuestra azucar más de lo que creemos y nos descompensan.
Así, antes de seguir con la explicación, os pongo un video sobre la diabetes Mellitus tipo 1 y 2 para que entendais un poco mejor como afecta al cuerpo.
Además, también hay que tener muy presente que tenemos más aguante en la subida que en la bajada. Esto no quiere decir que debamos tener unos niveles de glucosa elevados, pero la hipoglucemia aguda (bajada de azucar) entre 0 y 30 puede suponer que entremos en coma y si no hay nadie que conozca nuestra situación y no nos tratan con rapidez, puede afectar a nuestros órganos.
De este modo, deberíamos comprobar nuestros niveles de azucar:
- Antes del desayuno
- 2 horas después del desayuno
- Antes de la comida
- 2 horas después de la comida
- Antes de la cena
- 2 horas después de la cena
Esto siempre puede reducirse, sin embargo, hasta que no tomemos el control de nuestro cuerpo y nos conozcamos, esto es lo mejor. Aunque también se pueden incrementar, cuando por ejemplo tenemos síntomas de una hipoglucemia o hiperglucemia. Esto es lo que yo siento en estos casos y creo que muchos diabéticos sienten lo mismo:
- HIPOGLUCEMIA O BAJADA DE AZUCAR
- Sudor frío
- Temblor en las manos
- Cansancio
- Respiración cansada y forzosa
- E incluso no tener fuerzas ni para hablar o andar
- HIPERGLUCEMIA O SUBIDA DE AZUCAR
- Dolor de cabeza o de barriga
- Mal caracter
- Nerviosismo
De este modo así termino. En el próximo hablaré de la insulina. Un saludo a todos!!!
soy madre de una adolescente de 15 años y en estos momentos nos encontramos en el hospital ya que a mi hija hace 5 dias hizo un debut diabetico con glucemias casi de 5. Espero poder aprender muchas cosas en tu blog por que ahora estamos totalmente perdidos. Es maravilloso que haya gente como tú y que ayudes a los demas. Gracias
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Buenos días Concha, ahora mismo estoy de parón porque estoy de exámenes, pero aún así, cualquier cosa que necesites aquí estoy por si te puedo ayudar.
Muchísimo ánimo, al principio parece lo peor que te puede pasar, pero ya verás que con un buen control tu hija puede llevar una vida completamente normal.
Espero que se recupere pronto, que seguro será así y le vaya bien todo.
Un abrazo y besos para la familia
Patricia
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