Anécdotas que hacen ser disciplinado


robo insulina, diabetes, vive tu diabetes, patricia santosBueno éste no es uno de los post a los que estáis acostumbrados, pero creo que era una buena forma de recordaros lo importante que es prevenir cuando salís de casa y por ello, os cuento lo que me ha pasado a mí! Todo empieza cuando la semana pasada decido irme a Marbella con una buena amiga… pasar el puente, salir de fiesta, divertirnos. En definitiva, estar todo el día en la calle disfrutando del tiempo libre y uno de los días me roban la insulina!!

Durante 14 años que tengo de diabetes, nunca y repito nunca, he tenido ningún episodio grave, ni ningún percance con mi enfermedad. Sin embargo, no por ello dejo de ser precavida y llevo conmigo todo lo necesario.

Yo vivo en Sevilla y me iba a Marbella y aunque la distancia entre ambas ciudades es de dos horas y media, calculando los días que iba a pasar allí (5 días) llevé conmigo 2 bolis de rápida de más y 2 de levemir, además mi glucagón, agujas para los bolis, para el medidor del dedo, otra máquina y otra caja de tiras y por supuesto mi tarjeta sanitaria.

Pues bien, el sábado salimos de discoteca, yo llevaba conmigo mi kit (mis insulinas y mi máquina) y aunque siempre llevo encima mi bolso, lo dejé un momento a un lado y como el cierre era de imán, no tenía cremallera, cuando fui a medirme, tenía 180 y en el momento de buscar la insulina ¡no estaba! me habían robado mi estuche… para el que lo encontrase no era un gran tesoro, pero desde luego que para mí sí!

Menos mal que aunque sabiendo que en cinco días no iba a necesitar más bolis, gracias a mi disciplina de llevar siempre repuestos, fui a casa y todo solucionado. En la discoteca y aunque di el aviso no hubo constancia de que nadie lo devolviese y la mayor pérdida fue quedarme sin mi estuche, que lo compré en Japón durante un viaje.

El resto del viaje fue genial y los días que allí pasé son un gran recuerdo a pesar de que me robasen la insulina. Con esto os quiero decir que aunque vayáis cerca de casa por unos días, siempre debéis tener cerca repuestos de lo necesario, ya no por si os roban, sino por si lo perdéis, se os rompe, u otro percance posible.

Un saludo a todos y porque no os haya pasado, no significa que no pueda pasar!!

Un comentario

  1. Muchas gracias, Patricia.

    Cualquier diabético con dos dedos de frente lleva repuestos de todo al salir de viaje (aunque confieso que yo sólo tengo una máquina). Y también está el tema de hablar con el/la anfitrión («voy a dejar esta insulina en tu frigorífico, ¿te parece bien?, etc, etc…»), o de acaparar el minibar del hotel, descolocando seguramente a la camarera de pisos que no tenga diabéticos en su entorno.

    Pero tú nos recuerdas que esas cosas pueden pasar, y pasan. Da igual que viajes poco – como es mi caso -, porque el boleto de la lotería lo compras en cuanto duermes fuera de casa.

    Deberíamos imprimir este artículo, y plastificarlo sobre la maleta – o llevarlo en forma de camiseta – aunque sólo fuera por no sentirnos inseguros o maniáticos a la hora de hacer el equipaje junto a gente que no es diabética. No somos iguales a ellos, nuestro equipaje no puede ser igual tampoco y, lo mejor de todo: no pasa absolutamente nada.

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