Retinopatía diabética


Los ojos, uno de los que componen nuestros cinco sentidos: la vista y al que nadie renunciaría. Es importante cuidarla y aunque parece que no se puede esfumar sin más, un mal control de la diabetes puede derivar en una ceguera. La retinopatía diabética, es el nombre con el que se designa esta enfermedad provocada por niveles altos de azúcar y presión arterial en la sangre que en consecuencia dañan cuatro partes del globo ocular: retina, vítreo, lente y nervio óptico. ¿cómo prevenirlo? un buen control y revisiones anuales que puedan detectar cualquier indicio y así poner remedio a tiempo.

En la actualidad es muy difícil que alguien diabético se quede ciego, pero no improbable. No es indicador de que vayamos a sufrir retinopatía diabética el tener miopía, astigmatismo o cualquier otra deficiencia en la vista, no tienen porqué ir acompañados.

Esta enfermedad afecta al ojo porque se compone de pequeñas venas o vasos sanguineos. Estas pequeñas venas, al subir el azúcar se acumula en ellas taponándolas o debilitándolas y tras muchas repeticiones de picos y picos de azúcar o hiperglucemias o subidas de la presión arterial se produce la retinopatía.

En este proceso, la retina es la más afectada, que es el tejido sensible a la luz que está en la parte posterior del ojo. Es necesario tener una retina saludable para ver con claridad y para ver con claridad es necesario tener un buen control glucémico.

Algunos de los indicadores de la retinopatía son estos:

  • Visión borrosa o doble
  • Anillos, luces centelleantes o puntos ciegos
  • Las manchas oscuras o flotantes
  • Dolor o presión en uno o ambos ojos
  • Dificultad para ver cosas de reojo

Detectar y tratar los problemas a tiempo puede salvar la visión y para ello el tratamiento suele incluir el uso del láser o cirugía. No obstante, si se tiene alguno de estos síntomas es importante ver si hay algún otro motivo que pueda provocarlo, por ejemplo: problemas en las cervicales, bruxismo, cefaleas, etc que también pueden afectar al ojo.

Partes del globo ocular

  • Retina: La retina es el revestimiento de la parte posterior del ojo.  Su función es detectar la luz que entra en el ojo.
  • Vítreo: El humor vítreo es un líquido gelatinoso que llena la parte posterior del ojo.
  • Lente: La lente está en la parte frontal del ojo. La lente enfoca la luz sobre la retina.
  • Nervio óptico: Es el nervio principal que conecta el ojo al cerebro.

Más información

En estos casos es posible que se vean manchas flotantes o la oscuridad casi total. Esto se produce porque los vasos sanguíneos se rompen y la sangre sale al ‘humor vítreo’ y la sangre impide que la luz llegue a la retina . Sin embargo,  hay ocasiones en las que es posible que se necesite cirugía para extirparlo y extraer la sangre.

Con los años, los vasos sanguíneos débiles e hinchados pueden formar tejido cicatrizal y hacer que la retina se desprenda de la parte posterior del ojo. Si la retina se desprende, tal vez se vean manchas flotantes o luces intermitentes. Es como si una cortina se situase sobre una parte de lo que se está viendo. Un desprendimiento de retina puede causar pérdida de visión o ceguera si no se trata de inmediato

¿En qué consiste la revisión?

Anualmente cuando acudimos a nuestra cita con el endocrino, además del analisis de sangre, recogida de orina, etc debemos hacernos una revisión ocular. Esta consiste en echar unas gotas en cada ojo, que al rato pondrán  la parte de color negro más grande. Este proceso es la dilatación de la pupila, que permite al oculista ver la parte posterior del ojo. Detectar los problemas lo antes posible y si los hay poner el tratamiento de inmediato para prevenir problemas más serios más adelante.

Por eso revisa tu vista, aunque esté bien es muy importante tenerla en cuenta y siempre de la mano de un especialista.

Un comentario

Deja un comentario