Ya ha llegado la etapa escolar, un momento que para algunos padres que tienen niños pequeños con diabetes (entre los 2 y los 8 años) se torna complejo y difícil, preocupante, ya que requieren de la ayuda del profesorado casi en su totalidad, en la mayoría de lo casos desinformado y con escasos recursos en caso de urgencia. Los colegios, por suerte, cada vez están más preparados para cubrir las necesidades de una enfermedad crónica tan conocida como puede ser la diabetes. Pero, ¿qué debemos saber y qué debemos hacer?
En el momento de escolarización debemos informar a los tutores y profesores y hacerles conscientes de lo que es la enfermedad, complicaciones derivadas de su enfermedad (como subidas y bajadas de azúcar) y romper los mitos que están establecidos en la sociedad…tipo «una persona con diabetes nunca puede tomar azúcar». En este sentido, es muy buena opción hacer una tabla, ¿qué debe incluir?
–>Esta tabla debe tener los datos que quizá le darías a los abuelos cuando te vas de viaje o los dejas a su cuidado:
Insulinas: cuáles son y para qué sirven cada una (además de explicarlo en persona) Siempre debemos dehjar uno o dos bolis o jeringas allí por si uno se rompe o se extravía.
Glucosas: Debemos explicar que se concibe como ‘glucosa alta o hiperglucemia’ o como ‘glucemia baja o hipoglucemia’. Establecer parámetros. Por ejemplo: Bajada de azúcar por debajo de 80, bien entre 80-170 (pensemos que el niño si va a jugar va a sufrir una bajada natural y el profesor es mejor que tenga los niveles más altos ya que no conoce la enfermedad como nosotros) alta de azúcar: por encima de 170. También debemos dejar zumos o cocacola allí para que el tutor o profesor se lo de en caso de necesidad y además indicar cuántas unidades se deben inyectar por cada gramo de azúcar, por ejemplo: 1 unidad de insulina rápida por cada 50 o 70 de glucosa.
Cuántas veces se le debe medir la glucosa y a qué horas debe comer o inyectarse insulina. Si está alto de azúcar cuanto tiempo debe esperar para que coma, etc
Términos: debemos ser concisos y no usar términos médicos: Por ejemplo: mejor decir ‘baja de azúcar’ que ‘hipoglucemia’. También es bueno etiquetar con apodos, por ejemplo: insulina rápida (en el caso de la NOVORAPID) el boli azul y naranja, insulina lenta (en el caso de la LANTUS) el boli gris y morado. Esto es necesario ya que a veces las personas recuerdan mejor las cosas por los pequeños datos que por los complicados nombres que incluso a veces nosotros olvidamos, además puede evitar equívocos, tan peligrosos para nuestros niños.
Referencia: debemos tener una persona encargada que maneje la situación por completo y que sea también una refencia del niño a pesar de que todos lo sepan, ¿por qué? pues porque para el niño/a será más fácil simpatizar sobre lo que siente o necesita con una persona que con todos los profesores. Esa persona debe saber cómo pincharle, como medirle la glucosa, detectar los síntomas de su enfermedad (datos que el padre aportará), por ejemplo: si su hijo/a suele tener ojeras cuando sufre una hipoglucemia, los profesores deben conocer ese dato, si cuando sufre un hiperglucemia se pone irritado también deben conocerlo.
Botiquín: el colegio debe de tener en su botiquín un glucagón y conocer cómo se usa en caso de situación extrema. También deben tener al menos 3 teléfonos de contacto, por ejemplo: padre, madre, abuelos, hermanos…. por si uno no está disponible cualquier otro podrá atender a la urgencia o dudas.
Recomendaciones:
– El niño/a debe saber donde hay glucosa en clase en caso de bajada de azúcar.
– Los padres deben ir al menos el primer mes a realizar las inyecciones y medidas de glucosa al colegio para que los profesores se familiaricen.
– Pedir encarecidamente que se trate la situación con normalidad y no se muestren señas de alarma ante el niño/a ante bajadas y subidas de azúcar.
– En caso de excursión…ofrecerse como padre voluntario.
– Si hay comedor, explicar las necesidades y el menú que debe seguir, incluso podemos pedir que el lleve su propia comida si el menú no convence o no completa las necesidades e nuestro hijo/a
– Explicar que nuestro hijo/a tiene que ir al médico para ciertas revisiones o que las faltas de asistencia pueden ser más frecuentes que en otros niños por cetosis, períodos de resfriados, altas glucemias, revisiones…
– Explicar que las glucemias determinan el ejercicio.
Muy oportuno que trates este tema. Ya que es algo que nos preocupa mucho a los padres.
Mi experiencia es que hacen falta muchas campañas de información en los colegios sobre la diabetes, dirigidas especialmente a profesores. Ya que en ausencia de éstas, somos los padres los que nos convertimos en formadores de profesores sobre el control de la diabetes.
Asunto aparte es, en muchos casos, la falta de personal encargado a la atención de niños con necesidades, no sólo diabeticos. Lo que deja a los padres en manos de la colaboración que puedan obtener de profesores y tutores.
Saludos.
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Niños con diabetes en el colegio, por Patricia Santos.
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